Cubierta dirigida a un público adolescente y juvenil, con una imagen en tono terrorífico, inquietante, y con una paleta cromática reducida a tres colores rojo, negro y blanco que recuerdan a los carteles de finales del XIX como los de Toulouse Lautrec o Ramón Casas. De ahí el tono del fondo de color crema como avejentado. La figura del lobo de las tres composiciones está basada en una escena de la película muda del impresionismo alemán Nosferatu de 1922, dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau y basada en la novela Dracula de Bram Stoker, escena donde se ve la sombra de Nosferatu proyectada en la pared cuando sube por una escalera. Los rasgos primordiales son su trazado abocetado del dibujo y la tipografía script como hecha a mano, tanto en el título como en texto de los autores. La figura de caperucita crea contraste al tener rasgos más redondeados e inocentes y una mayor variedad cromática.