El proyecto busca transformar la experiencia de la quimioterapia a través del diseño de atmósferas acogedoras y confortables. Se reconoce que el diagnóstico de una enfermedad puede tener un impacto emocional significativo en pacientes y sus familias. Los hospitales y clínicas son lugares que albergan emociones extremas, pero a menudo carecen de espacios emocionalmente estimulantes.

El enfoque del diseño es crear ambientes y espacios interpretativos que ayuden a llevar la enfermedad de una manera más positiva. Se busca brindar apoyo, información y un espacio para la reflexión y el bienestar durante la quimioterapia. Los pacientes reciben su tratamiento en módulos individuales, similares a cabinas de clase ejecutiva, que ofrecen privacidad y equipamiento adicional. La utilización de una bomba de quimioterapia portátil permite a los pacientes moverse libremente, brindando una nueva perspectiva de la vivencia del tratamiento.