La pandemia de 2020 afectó a la infancia más vulnerable de muchas maneras.

A la falta de oportunidades para acceder a una educación a distancia en condiciones, se le sumó el hecho de acabar con el pequeño respiro con el que podían disfrutar del verano: los campamentos de esa época.

Debido a la situación que había, el calendario de planes que habían organizado cientos de entidades sociales se quedaba cojo porque que no podían realizar actividades alejadas del propio centro.

Así nació:

Una iniciativa de CaixaProinfancia en la que planteamos toda una serie de actividades, juegos y dinámicas donde se trabajaran las emociones desde un marco divertido y didáctico.

Lo consideramos un punto clave por el momento que estaban pasando los más pequeños: encerrados en casa sin la capacidad ni las herramientas de poder procesar y, sobre todo, proyectar los sentimientos que la situación les estaba creando.

Entre las actividades principales que enviamos a las entidades para desarrollar con los niños y niñas que tenían a su cargo hubo:

- La realización de un cortometraje, donde les dimos consejos y herramientas (gratuitas y fáciles de acceder) para crear una pieza que girara en torno a las emociones.

- La elaboración de un pódcast para que tanto adultos como niños y niñas pudieran construir una especie de diario oral en el que hablar de su día a día, de sus sentimientos, etc.

Medios como La Vanguardia y 20 minutos se hicieron eco de la labor que estuvo realizando CaixaProinfancia con más de 300 entidades colaboradoras del programa.