El verde, el cielo, los árboles, ¡la altura! Esa inconmensurable altura a la que todo propende en este lugar. Las montañas se amontonan marchando hacia el horizonte. Las nubes viven una vida distante, habitan un espacio vedado.
El reflejo del agua, del lago, del hielo producen maravillas, como quien ante algo bello decide poner un espejo para multiplicarlo y nunca perderlo. Solo que las superficies aquí nunca devuelven lo mismo...