Construir, habitar y pensar.
Martin Heidegger
El habitar, gracias a Heidegger que nos lo expone en este texto, adquiere una dimensión mucho más grande aquí, ya que abarca en totalidad nuestra permanencia terrenal por ser mortales.
Construir tiene el habitar como meta fija, aunque no todas las construcciones sean moradas tiene esto como meta porque estas otras construcciones conforman parte de nuestro hogar las cuales el hombre mora por ellas por esto hay una estrecha relación entre el habitar y el construir. Por otro lado, construir es “hasta donde llega la esencia de habitar” Martin Heidegger. El habitar vendría siendo lo que se cuida con pertenencia así llegando a esa esencia residiendo junto a las cosas y por eso los hombres descansamos y en ese lugar como mortales nosotros habitamos a medida que tenemos nuestra propia esencia. Por ejemplo, un puente que es una cosa y más nada en función de la coligación, pero los lugares surgen por este puente y no estaba presente antes de este como una frontera que, a partir de esta según los griegos ya se empieza a ser lo que es. En la esencia de esto también encontramos la relación de lugar y espacio como en el ejemplo del puente, este ocupa un espacio que tiene una distancia con otros lugares y ahora el puente se vería solo como algo que podría ser reemplazado por otra cosa y entre estos espacios se pueden sacar dimensiones entonces en el espacio nunca encontraremos lugares, pero siempre estará como intermedio y el espacio esta dispuesto por los lugares y para la residencia de los mortales.
La relación del hombre con los lugares es que estos lugares admiten la cuaternidad de todos los mortales y tendríamos que ver el construir con su esencia que es dejar de habitar y solo si somos capaces de habitar podemos construir.
