A lo largo de mi labor artística como fotógrafa me ha interesado explorar como se pueden representar ciertos sentimientos a través de las imágenes, de los colores, las expresiones del rostro, los símbolos y las texturas. En esta ocasión experimenté también con el libro-objeto, creando así un fotolibro que a su vez es un libro de artista.
“Agridulce” es un libro en el que se contraponen las texturas de los materiales con los colores suaves como los rosas y el lienzo blanco contra los rojos fuertes en portadas e interiores; al centro cuenta con un corazón de plata incrustado en la portada de piel rosa con trozos salientes en rojo. Todo el libro lleva un camino de hilo rojo que une y altera a la vez toda la obra. Respecto a las fotografías del interior, cuenta con una serie de ocho fotos ordenadas en pares cuyos pequeños cambios entre ambas muestran dos sentimientos distintos en contraposición, como el cariño y el malestar. “Agridulce” surge como una metáfora de una serie de sentimientos contrarios y contradictorios: el sabor agridulce define estos este sentimiento, la percepción de un momento; la sensación que queda después de haber vivido algo que no fue completamente bueno ni malo y que, sin embargo, debía vivirse para volver a un estado de cordura, es una tensión y distensión de emociones, colores y momentos, cálidos para endulzar el alma, pero con sutiles sabores agrios para tensar los sentidos.
Citlali Galván
